El duelo: La pérdida de un compañero de vida (Spanish)

Mi marido Adrián murió a los 66 años a causa de un cáncer de esófago. Como entrenador y ciclista entusiasta, tenía muchas aventuras planeadas para cuando dejara de trabajar. Llevábamos 32 años casados, disfrutábamos de nuestro nido vacío y nos dedicábamos a la promoción del libro de coaching que habíamos escrito juntos, Act 3: The Art of Growing Older. Resultó que el cáncer se apoderó del Acto 3 de Adrián. Ahora me enfrento a un futuro que no he elegido. Como escritora, puedo trabajar, hacerme voluntaria y visitar a mis hijas. Tengo un montón de amigos y familiares que me ofrecen su apoyo invalorable, por ejemplo, un café o unas vacaciones, pero la cosa que más me ayuda a sobrevivir el duelo ha surgido por casualidad.

Al poco tiempo de mi viudez, conocí a una vecina, Helen, cuyo marido también había fallecido recientemente. Helen es muy diferente de mí, pero a través de nuestra experiencia de viudedad, establecimos una conexión instantánea que desde entonces se ha convertido en un salvavidas. Otras viudas de Cambridge y alrededores también se han unido a nosotras. Ahora somos un grupo de 20 personas, todas en la tercera etapa de la vida, con entre 45 y 70 años. Nos reunimos con regularidad, nos paseamos, vamos a bares y hacemos excursiones. La geografía nos ayuda mucho, así como el hecho de ser un grupo sólo de mujeres, pero también organizamos algunos eventos para incluir a hombres viudos. Los encuentros cara a cara combaten los terribles indicios de la viudedad con los que convivimos a diario: la silla vacía, las conversaciones en la cama desaparecidas, el trabajo en equipo de crianza y gestión de un hogar que se ha destrozado. Como dijo un nuevo miembro, viudo desde hacía 8 años: "Me alegro mucho de haber encontrado a Cambridge Widows, ahora puedo respirar de nuevo".

La muerte de un compañero de vida le da la sensación de haberse trasladado al Polo Norte y sin poder volver a casa. No tienes mapa ni compás, y tu mente este nublado. Encontrar a una persona que entienda de verdad lo que estás sufriendo puede ser tu manera de escapar. Unirse (o empezar) un grupo de viudas en el trabajo, o en tu comunidad, puede convertirse en una nueva tribu, aunque no quieras unirte, el apoyo, la conexión y la empatía que te aportará te salvará la vida. En las reuniones de Cambridge Widows, todos podemos llorar, quejarnos de nuestros hijos o compartir dilemas de viudedad, como los anillos de boda, comer comida casi caducada o cómo afrontar los aniversarios o los hitos familiares. Y, además, nos reímos un montón.

Writer and coach Judy Reith is the co-founder of Cambridge Widows. Anyone wanting help to start a widow’s group is welcome to contact her.

Judy Reith act3life.com
judy@act3life.com